Esta antigua iglesia cuenta con una leyenda muy curiosa acerca del Santo Bambino, según la cual una sibila (personaje de la mitología griega y romana, considerada como una mujer que dispone de poderes para la profecía) profetizó a César Augusto la llegada de Cristo; por lo que las figuras de Augusto y de la sibila se encuentran pintadas en ambos lados del arco, sobre el altar de la basílica.
Para llegar hasta la entrada de la iglesia hay que pasar primero por la escalinata de 124 escalones que la precede, así que ya sabéis, nada de llevar calzado incómodo. La iglesia es preciosa por dentro, así que es totalmente recomendable su visita. De todas formas, la mejor época para visitar este lugar es el 24 de diciembre, dado que se encienden velas en la escalinata mientras se toca música navideña en directo.
La fiesta continúa hasta la medianoche que es cuando se trae hasta el altar principal una estatua de madera que representa al niño Jesús, más conocido como el Santo Bambino. Esta es una copia dado que el original fue robado en 1994. El Santo Bambino, supuestamente, es una figura tallada en un árbol de olivo en el huerto de Getsemaní al que se le tribuyen y imbuidos poderes milagrosos para curar a los enfermos.
Precios y horarios de apertura de la basílica:
La entrada es gratuita y está abierta todos los días de 09:00-12:00 y 15:00-18:30. De octubre a abril cierra a las 17:30.
Cómo llegar hasta la iglesia:
Se encuentra localizada en la Piazza del Campidoglio / Piazza Venezia (entre el Capitolio y el Vittoriale).