Roma es una gran ciudad a la que acuden millones de visitantes todos los años. Si tenemos pensado visitar la ciudad pero no tenemos mucho tiempo libre para hacerlo, podemos optar por realizar un pequeño itinerario de dos días donde veremos lo más importante de la ciudad.
Nada más llegar a Roma, deberemos llegar al hotel y dejar las maletas. Seguramente nos encontremos cansados, por lo que tal vez lo mejor sea dar un pequeño paseo por el centro de la ciudad para conocer su ambiente.
Podemos comenzar esta primera toma de contacto por la Plaza de España y seguir por la Via dei Condotti, que se trata de una calle de tiendas de gran importancia en la ciudad. A continuación, por la Via del Corso llegaremos a la Piazza Colonna para, después, tomar la Via del Muratte. Llegados aquí veremos una de las fuentes más conocidas de toda la ciudad, la Fontana de Trevi, un gran lugar que no podemos olvidarnos de fotografiar.
Si retrocedemos un poco por la Via del Muratte, cruzaremos la Via del Corso y seguiremos por la Via di Pietra. Caminando un poco llegaremos hasta el Panteón, uno de los edificios que mejor conservados están con el paso de los años.
Después del Panteón, en la Piazza della Rotonda, podemos tomar la Via Salita de Crescenzi. Por este camino llegaremos hasta la Piazza Navona, donde podemos disfrutar de sus tres fuentes.
Ahora podemos continuar por el sur de la plaza y por la calle llamada Corso Vittorio Emanuele II para llegar hasta el Area Sacra, una gran excavación que nos sorprenderá. Un poco más adelante nos encontraremos con el Monumento a Víctor Manuel II.
Para una primera toma de contacto con la ciudad es más que suficiente, por lo que mejor es ir hasta el hotel para descansar y comenzar con fuerza nuestro primer día completo en la ciudad.
El primer día lo podemos dedicar visitar el Vaticano. En primer lugar, para llegar al vaticano debemos tomar el metro y bajarnos en la estación de Ottaviano. Una vez en la calle, continuaremos andando hasta llegar directamente a la Plaza de San Pedro.
Resulta muy recomendable la visita al interior de la Basílica de San Pedro, desde donde podemos obtener unas magníficas vistas de Roma desde los 136 metros de altura de la cúpula de la basílica.
Después de esta visita, nos dirigiremos hacia los Museos Vaticanos y, después de los museos, nos encontraremos con la maravillosa Capilla Sixtina de Miguel Ángel.
Una vez visto el Vaticano al completo, tomaremos la Via della Cinciliazione para llegar hasta el Castillo de Sant’Angelo. También podemos ver uno de los puentes más bonitos de la ciudad, que recibe el mismo nombre.
Al cruzar el puente llegaremos fácilmente a la Piazza Navona, así como al Panteón, al que podemos entrar para ver detalladamente su interior.
Si todavía no se ha hecho muy tarde también nos podemos acercar a Villa Borghese para dar un pequeño paseo.
En nuestro segundo y último día de estancia en la fantástica ciudad de Roma, deberemos de visitar el Foro Romano, el Palatino y el Coliseo, ya que son unas visitas totalmente imprescindibles en la capital italiana.
Para llegar hasta aquí, lo más fácil es tomar el metro bajándonos en la estación de El Colosseo. Al salir hacia la calle veremos el Coliseo romano en todo su esplendor. En las cercanías también tenemos el Foro Romano y el Palatino, pudiendo visitarlos en cualquier orden, ya que la entrada es válida para los tres sitios.
Cuando hayamos finalizado la visita a estos tres sitios, nos dirigiremos hacia la Colina Capitolina. En lo alto de esta colina tenemos la Piazza del Campidoglio, donde se encuentra la estatua de Rómulo y Remo.
Por último, debemos dirigirnos hacia la Via del Teatro Marcello para llegar a la Boca de la Verdad. Si cruzamos el río Tíber llegaremos al Trastevere, un lugar perfecto para despedirnos de nuestra pequeña visita a la ciudad de Roma, tomando algo en una de sus muchas cafeterías.
El tiempo ya no nos permite conocer más a fondo la ciudad. Sin embargo, sí que hemos podido tener una primera toma de contacto que nos será de gran ayuda para una segunda visita de más duración en esta fantástica ciudad llena de monumentos y lugares de gran interés.